
Introducción de: Teresa Álvarez (CEO y Desarrollo de negocio)
Después de su primer artículo en nuestro Blog, volvemos a contar en ITEA idiomas con la colaboración de Juan Pedro Moreno que nos va a proporcionar su visión sobre el futuro de nuestro país a la luz de las nuevas tendencias mundiales:
Tendencias en España
La visión de Juan Pedro Moreno

(colaborador)
Desde mi punto de vista, creo que hay 3 grandes macrotendencias que por lo menos afectan al entorno de conocimiento en el que yo me muevo, que van a determinar el curso de los negocios en los próximos años.
La primera claramente (ya estamos inmersos completamente en ella), es el avance de la denominada economía de la experiencia:
Que básicamente significa que un consumidor toma decisiones de compra o de relación con una marca o con un producto, no solo basado en precio y calidad, sino también en la experiencia que ese producto le reporta. Esto ha dado lugar a toda una industria de generación de experiencias que cada vez está calando en todos los productos y servicios; el denominado “poner al cliente en el centro”.
La segunda tiene que ver con el alza de la preocupación de la sociedad a nivel mundial por la sostenibilidad en su conjunto
Por todo lo que tiene que ver, no solo con la ecología y la energía, sino con también la sostenibilidad desde el punto de vista social y laboral, la reducción de los GAPS en la diversidad entre sexos y razas, la diversidad en todo, la reducción de los gaps salariales y de dar trabajo digno al mundo entero. La preocupación por la sostenibilidad es realmente un elemento al alza en los valores de los ciudadanos.
Aunque aún plantea algunos retos, como que la sociedad no ha asumido que la preocupación por la sostenibilidad, esta tiene un precio que hay que pagar y que está, por ejemplo, muy relacionado con el tema de la energía, del que hablaremos también más adelante.
Y el tercero es el propio curso de la digitalización y la tecnología que están forzando a hacer que las compañías cambien su estrategia.
Las compañías cada vez son más digitales y para ello necesitan más inversión en innovación, más inversión en tecnología y esto las obliga y les permite ganar escala, ganar tamaño y así estamos asistiendo a las macro gigantes tecnológicos que poco a poco van dominando el mundo y la geopolítica, que es algo de lo que hablaremos mas adelante.
Si te parece vamos a centrarnos en las 2 ultimas dado que la primera como bien dices, la llamada economía de la experiencia lleva ya tiempo con nosotros y es mas conocida por todos, así y relacionado con la sostenibilidad y la energía….

(colaborador)
Bueno, la verdad es que no es la industria nacional la que tiene un problema con los costes energéticos, es Europa en su conjunto quien tiene problemas con los costes energéticos. Europa no es una región mundial muy potente en recursos naturales y, por lo tanto, tenemos una altísima dependencia del gas ruso, del gas del norte de África y del petróleo (temas tan en la prensa estos días de guerra) , cosa que no le ocurre a Estados Unidos, que goza de las mayores reservas de petróleo del mundo.
Y sobre todo, Europa es presa de su apuesta decidida, más reforzada en España, por ser líderes y adalides de la sostenibilidad energética, de reducir la contaminación y reducir la huella de carbono.
Todos estos son objetivos tremendamente loables y ambiciosos de la sociedad, pero también son muy caros y, por lo tanto, en la medida en la que políticamente hemos decidido en Europa y en España, como digo, reforzarnos como líderes de esta nueva ola de sostenibilidad, tenemos que aceptar los ciudadanos y las empresas que debemos asumir un coste y que este coste se va a haber transferido no solamente a la factura eléctrica, sino que se va a ver transferido también a los costes de productos y servicios dentro de Europa, como ya la inflación nos esta mostrando.

(colaborador)
Hace ya unos años decidimos apostar e ir por delante en la implantación de fotovoltaicas y aerogeneradores para producir energía verde. Quizás según dicen los expertos, nos adelantamos porque instalamos demasiado rápido tecnologías que todavía no estaban maduras y por lo tanto hemos pagado un gran coste que también está recogido dentro de la factura eléctrica.
Y ahora parece que nos involucraremos, de nuevo, en otra ola similar donde queremos ser los adalides de Europa en la implantación del hidrogeno, cuando aún se está pagando dentro de la factura eléctrica la apuesta anterior.
Mientras, Francia mantiene sus centrales nucleares, Alemania, las cierra, pero a un ritmo muchísimo más lento que el nuestro y, además, produce todavía electricidad con carbón. Sin embargo, aquí tenemos una ambición mucho más acelerada.
Por lo tanto, yo no diría que vamos con el agua al cuello. Queremos ser los lideres y pioneros y a lo mejor siendo los adalides nos estamos poniendo un nudo al cuello. Son los expertos los que nos lo tendrán que decir.

(colaborador)
Bueno, en parte, en la medida en que toda esta preocupación y esta obsesión política y social por la sostenibilidad y la descarbonización de Europa, que insisto es un buen objetivo y una buena aspiración, se traslade a una falta de competitividad porque no hemos sido capaces de compensar estos costes con otros elementos, pues efectivamente afectará a la competitividad de la región europea respecto del resto de los motores económicos mundiales.

(colaborador)
Bueno, son dos mundos completamente distintos. España tiene un problema y es que la digitalización avanza a mayor velocidad, a una gran velocidad, en las grandes empresas, pero somos un país de pequeñas y medianas empresas y ahí tenemos una barrera muy importante que es el acceso al talento y al conocimiento, asi como el acceso a la inversión necesaria para la transformación.
Pero por otro lado, la digitalización cambia, en positivo, las reglas del juego a las PYMES; les cambia las reglas del juego porque por un lado les ofrece una oportunidad única que nunca antes han tenido de competir a escala sin tener escala y por otro les permite el acceso a nuevas tecnologías a muy bajo coste gracias al Cloud Computing y al Software as a Service (SaaS) como ejemplos.
Hoy puedes competir a escala mundial desde una empresa pequeña, en cualquier pueblo de cualquier región española accediendo a tecnologías innovadoras en Software As a Services, usando Big Data y Analytics, accediendo por web y por Internet a mercados mundiales y competir con las grandes en igualdad de condiciones. Lo que abre un mundo tremendo que no estaba disponible a estas pequeñas y medias empresas para competir en un mercado global. Unos mercados que antes no les eran accesibles o bien por necesidad de inversión o bien por necesidad de escala y capacidad; necesidades que hoy en día se pueden subsanar rápidamente y a bajo coste con el proceso de Digitalización.
Pero, por otro lado, las PYMES también encuentran una barrera que es el acceso al talento, al conocimiento y a la innovación.
Respecto a la administración pública, pues está lejísimos. ¿Está lejísimos de dónde? ¿Dónde debería estar? Está muy lejos, por supuesto, de los países punteros como como Lituania o Singapur y en muchos aspectos USA o China que han demostrado ser unos países altamente digitales y que han transformado toda su administración pública al mundo digital.
Aquí en España yo creo que es patente para todo el mundo que la administración ha corrido mucho en la digitalización que tiene que ver con la recaudación en la Agencia Tributaria o la Seguridad Social que tienen todo tipo de tecnologías que poner al servicio de la recaudación, pero sin embargo, la digitalización está llegando a duras penas a otros entornos muy necesarios como la justicia, la educación, la sanidad y, por lo tanto, son grandísimos retos que la administración pública española tiene por delante y en los que no esta avanzando con la velocidad adecuada. Es verdad que la pandemia ha permitido dar un salto de gigante a áreas de la administración, pero aún queda mucho por hacer.
Habrá que ver si los prometidos y famosos fondos europeos realmente se ponen al servicio de ello y producen unos resultados interesantes que, como ciudadanos, podamos percibir y sobre todo deberíamos seguir, valorar y juzgar con muchísima atención para que no se conviertan en un despilfarro.

(colaborador)
Bueno, este es un tema que a mí me apasiona. España, desgraciadamente es un país de muchas cosas. Es país de turistas, es un país de sol, es un país que envejece; es el país o de los países que más rápido envejece.
También y afortunadamente es de los países del mundo (el primero o el segundo alternándose con Japón) de mayor esperanza de vida, lo que quiere decir que vamos a tener una gran población muy vieja y que vive muchos años, lo cual es una buena noticia en la medida en la que la calidad de vida sea suficiente. Afortunadamente la ciencia está mejorando muchísimo y muy rápido la calidad de vida de los mayores, si no recuerdo mal, en el año 2050, el 36% de la población española será mayor de 65 años.
Esto abre un mundo enorme de oportunidades que tienen que ver con la innovación y con la especialización para este segmento, ahora clave, de la población.
Una persona de ochenta años o mas no van a pedir hipotecas a los bancos, pero sí que van a querer otro tipo de productos financieros; una señora o un señor los ochenta años a lo mejor no se van a comprar el último modelo de BMW para correr por las carreteras españolas, pero si querrá transportarse y moverse con algo que esté adecuado a su perfil y necesidades. Es la era de la personalización de productos y servicios.
Crear una economía específica para esta economía silver, un segmento de la población amplísimo, es una gran oportunidad para España porque además España es la residencia de Europa, no solamente de españoles, sino también de extranjeros, alemanes, ingleses y nórdicos y por lo tanto, es una gran oportunidad que podemos y debemos explotar, pienso yo muy fácilmente.
Innovación y diferenciación. Esas son las claves para poderlo hacer.

(colaborador)
Yo soy un obseso de que las regiones en Europa, y en concreto las de España, tienen muchas oportunidades utilizando algunas de las palancas que esta Transformación social, económica y tecnológica que está viviendo el mundo se aprovechan convenientemente.
Por un lado, creo que la pandemia ha dejado bastante patente que los trabajadores pueden vivir en lugares que no necesariamente tienen que estar en las grandes ciudades. Con menores costes y con alta calidad de vida sin afectar a la productividad. Durante la pandemia se ha probado que con la tecnología la no presencia física no ha sido una barrera en absoluto, y creo que esto abre una oportunidad enorme a las ciudades y a las regiones de tamaño medio para competir con las altamente pobladas en su atracción de negocio.
Creo que el arco Mediterráneo, también el arco Cantábrico en menor medida, están muy bien preparados para para poder ser atractivos para empresas y para trabajadores que en esta Nueva Economía pueden trabajar de manera descentralizada y remota.
El segundo elemento que yo destacaría para las Comunidades y para España es claramente la oportunidad de verdad, de diferenciarse y especializarse. Hemos vivido muchos años en España en algo que yo llamo el país del Me Too (yo también), en que todas las regiones, todas las zonas de España querían tener lo mismo, todas querían tener un Parque Tecnológico, todos queremos tener un Museo de Arte Moderno en nuestra ciudad y todos queremos tener una estación de AVE. Hay que pensar cada vez más en lugar de como parecerse a los demás, ¿en que puedo ser único, en que estar especializado, en por qué se quiere ser reconocido con una bandera a nivel mundial o a nivel europeo?, como ser el sitio, el lugar en donde se es el mejor en alguna cosa, y esto tiene que ver con la diferenciación profunda y la innovación.

(colaborador)
Bueno, no voy a pontificar sobre el sistema de pensiones cuando hay tanta gente que lo está estudiando. Yo soy de los que creen, a diferencia de otros, que es insostenible.
Yo soy de los que piensan que no podemos aspirar en un país donde el 36% de la población, como decía antes, va a tener más de 65 años y que el sistema de pensiones vaya a cubrir a todos de manera eficaz; sobre todo en un país donde además se une que la natalidad va a ser o es de las más bajas del mundo y los niveles de inmigración también lo son mientras la esperanza de vida se alarga.
Decir que este sistema se puede estirar como un chicle hasta el infinito en mi opinión es ser cortoplacista y tirar la pelota hacia adelante para que sean otros los que lo solucionen.
Yo creo que nos hace falta coraje, luces largas, pensar en los próximos treinta años cómo queremos que nuestros mayores vivan y cuál es el modelo social que les va a mantener.
Yo soy muy muy partidario de repensar el sistema de Seguridad Social. Soy muy partidario de empezar a pensar que las pensiones privadas deben tener un lugar importante con el correspondiente recorte de las aportaciones por parte del Estado, y no como se ha hecho reduciendo la deducción a los planes de pensiones.
Juan Pedro Moreno